martes, 24 de mayo de 2016

Yo renuncio (y con gusto)

Lo primero que quiero decir es que me encanta Isasaweis. Me parece una mujer maravillosa, natural, con una mirada limpia, que transmite cercanía y bondad. Me gusta cómo habla y lo que dice. Desde hace poco escribe una columna en 20minutos. La de ayer se titulaba No me siento mala madre y al leerla, de nuevo, tuve esa sensación que a veces me acompaña últimamente cuando leo cosas acerca de la "nueva maternidad", esa en la que la mujer pretende no renunciar a nada, ni a su trabajo, ni a su tiempo libre, ni a sus amigas...
Antes de tener a mi hijo creo que hubiese compartido esa visión con más plenitud de lo que lo hago ahora. Porque me parece que por mucho que nos empeñemos, nuestros hijos nos necesitan.Me parece que, por un tiempo, sí que tenemos que renunciar, renunciar a un trabajo de directivo en una empresa, renunciar a irnos de viaje solos con nuestra pareja...Y al menos yo, renuncio con gusto. 
Es que nuestros hijos nos necesitan, nuestros hijos necesitan a su madre y a su padre, porque no creo que seamos sustitutos uno del otro, si no que nos complementamos. 
Siendo sincera, a mí también me apetece de vez en cuando salir a tomar algo con mis amigas sin tener que estar pendiente de que mi niño no se caiga, no tire el vaso de la Coca Cola, no saque todas las servilletas....eso creo que es algo natural, porque necesitamos descansar del estado de alerta que supone estar con un niño pequeño. Pero, de verdad, a mí ahora el cuerpo no me pide irme de viaje sola con mi marido, me pide irme con mi familia: mi marido y mi hijo. Es que además sé que si me voy sol, voy a estar echándole de menos, voy a estar pensando que a él con quien le apetece estar es con nosotros (y a nosotros con él), que somos su referencia, su consuelo, su alimento...que las abuelas están muy bien para un rato, pero para eso, para un rato. 

Ahora, entre cierta gente, parece que eres tú el bicho raro si no te apetece salir una noche porque prefieres quedarte con tu hijo. Pues es que yo lo prefiero, porque el momento en el que nos tumbamos juntos en el sofá y se duerme abrazado a mí, es mi mejor momento del día y no lo cambio ni por mis amigas, ni por un gin tonic ni por nada. 

Y es que creo que todo tiene su tiempo. Y creo que durante los 3 primeros años de vida es tiempo de estar con nuestros hijos, porque ya tendremos tiempo de jornadas maratonianas de trabajo, de salir a bailar, a cenar con nuestra pareja, de viajar a lugares paradisíacos como dos enamorados...ya habrá tiempo para todo eso, cuando ellos vuelen, cuando tengan 5 ó 6 años y sean ellos los que se quieren ir de vacaciones con sus primos a la playa, cuando estén deseando quedarse a dormir en casa de un amigo... Pero mientras eso llega, hay que disfrutarlos, hay que darles lo que buscan, lo que necesitan, nuestro regazo, nuestro olor, nuestra compañía, la de papá y la de mamá, porque yo veo a mi hijo y cuando más feliz es es cuando estamos los tres juntos. 

Así que mamás de todo el mundo, aprovechémoslo, disfrutemos de su compañía, de su alegría, de toda la lata que nos dan...porque eso pasará y lo echaremos de menos.

jueves, 5 de mayo de 2016

¡Embarazada!

Después de unos meses de silencio, vuelvo con una gran noticia...¡estoy embarazada! Estoy muy feliz, pero el miedo me impide disfrutar de la alegre nueva.
Es un bebé deseado y buscado. Tengo tantas ganas de que mi niño tenga un hermano con el que jugar, compartir, disfrutar, como lo hice - y hago - yo con mis hermanos.
No sé por qué en este embarazo tengo tanto miedo, mucho más que en el de D. El de D fue tan inesperado que no me planteaba siquiera que algo pudiera salir mal. Ahora, dos años después, tengo mucha más información que en aquel momento, he leído más, he navegado más por Internet (¡qué malo es Internet para algunas cosas!). Y me da pavor que algo salga mal. Creo que hasta que no vaya a la primera ecografía no voy a descansar...En la primera ecografía de D fue cuando adquirí conciencia de que de verdad estaba ahí, creciendo en mi tripita. Escuchar su corazón latir....ufffff, es una sensación maravillosa, de las cosas más emocionantes que me habían pasado en la vida hasta ese momento.

Algo que me preocupa es que con D me sentía mucho peor que ahora. Entiendo que estoy solo de 5 semanas, pero si no fuera porque el test de embarazo ha sido más que positivo, no pensaría que estoy embarazada. De momento no tengo mal cuerpo, no me duele nada (al menos no de forma llamativa) y esto me desconcierta. Con D tenía mal cuerpo las 24 horas del día...si bien es cierto que con él me enteré del embarazo cuando ya llevaba una semana de retraso y hasta ese momento no me había sentido mal, pero no sé...se me hace raro. Así que, aunque sea un poco incomprensible, estoy deseando sentir esa sensación nauseosa que me acompañó todos los días durante semanas...

Por lo demás, aún no he pedido cita con el médico, lo haré hoy, aunque no me la darán hasta que no esté de 7 semanas, o sea para dentro de 2 interminables semanas más.
He empezado a tomar ya el ácido fólico, que hoy mismo voy a sustituir por el Yodocefol, porque sé que el yodo también es ya necesario. También estoy intentado cuidar mi bastante descuidada dieta. Más fruta, más verdura y menos "guarrerías". Como tengo una motivación muy grande no me cuesta mucho trabajo :).

Intento no coger mucho peso, pero con un nene de 13 kgs que aún no tiene dos años y que se duerme tumbado sobre su madre es difícil. Espero que esto no suponga un problema, pero es algo inevitable y entiendo que todas las mamás nos vemos en la misma situación.

¡Qué ganas tengo de que todo vaya bien! Me acuerdo mucho de una frase que me dijo un amigo mío y es que "El deseo de luz produce luz". ¡Ojalá sea así!


miércoles, 27 de enero de 2016

¿Toallitas húmedas? ¿Seguras para el bebé?

Hoy quiero compartir con vosotros la inquietud que me ha generado mi reciente descubrimiento sobre los componentes de la inmensa mayoría de las toallitas húmedas para bebés. En general nunca me han causado mucha confianza. Leer sus ingredientes y no entender la mayoría de las cosas que ponen me hace pensar que, lo que se dice muy naturales, no son. Pero sí daba por hecho que serían, cuanto menos, seguras.

Hace ya bastante tiempo me mosqueó un poco unas toallitas que compré en Carrefour, concretamente las Carrefour Baby Aloe Vera.Cuál fue mi sorpresa cuando leo en las recomendaciones algo así como: "No aplicar más de seis veces al día sobre la piel del bebé". Y eso ya me dio que pensar. Lo primero que por aquel entonces yo le cambiaba el pañal a mi bebé más de seis veces al día y lo segundo...si hay un número máximo de aplicaciones diarias por algo será...algo no debe ser bueno superado ese número de veces. Eso me llevó a descartar inmediatamente esas toallitas que nunca jamás volvieron a entrar en casa. Seguí con las mías de siempre, las Dodot sensitive. Caí en el error de pensar que porque eran más caras serían mejores.

Así hemos estado un año y medio. Total, que hace un tiempo, investigando sobre los componentes de un champú descubro que el COCAMIDE DEA es nocivo para la salud (de esto ya hablaré más adelante). El caso es que desde ese momento empiezo a desconfiar también de las siglas DEA y similares. Así que ayer, cuando descubro que las toallitas Dodot Sensitive llevan un componente que es disodium EDTA decido no comprarlas por el momento.

Empieza entonces mi labor de investigación. Y descubro que por un lado, el disodium EDTA parece que no es excesivamente peligroso, aunque sí muy nocivo para el medio ambiente (lo cual a largo plazo no es bueno para nadie).

Fuente www.ewg.org


Pero por otro descubro que muchas de las toallitas de bebé llevan Phenoxyetanol. El Phenoxyethanol es un compuesto químico que actúa como conservante con efecto bactericida.
 
Y descubro también que la Agencia Francesa del Medicamento lanzó en mayo de 2012 este aviso en el que recomienda evitar el uso de cosméticos para bebés que contengan esta sustancia.  El phenoxyethanol es un compuesto que se absorbe por vía oral y cutánea. Se metaboliza en el hígado y se elimina principalmente por la orina. En Europa está permitida una concentración del 1%, pero según la agencia francesa, si bien este margen de seguridad se puede considerar aceptable para adultos, no lo es para niños menores de 3 años. En el informe recomienda bajar la concentración al 0,4% en los productos para niños menores de 3 años y su prohibición en productos para la zona del pañal.

El uso de este compuesto está desaconsejado en niños menores de 3 años, se recomienda prohibirlo para productos de la zona de pañal y lo llevan la inmensa mayoría de las toallitas que podamos encontrar. Estoy indignada. Indignada de que sobre esta noticia nadie se haga eco, indignada por buscar los ingredientes de las toallitas de Dodot por Internet y no encontrarlos, que no aparezcan en su página web en la que solo hablan de su "exclusiva loción" y no de los componentes. Debería ser obligatorio.
Os dejo aquí una foto con los ingredientes del último paquete de toallitas Dodot Sensitive que entra en mi casa:



Existe una petición en change.org para que Dodot, Chico y Johnson's Baby lo eliminen de sus productos. Os dejo el enlace aquí.

La verdad es que esto me preocupa. Me preocupa el haberme enterado ahora y el preguntarme cuántas sustancias nocivas nos estamos metiendo al cuerpo, al nuestro y al de nuestros hijos. Me pregunto también cuántas de estas sustancias no se prohibirán por intereses económicos, cuántas nos dicen que son seguras y realmente no lo son...¿en quién podemos confiar?

Todo esto me lleva a pensar que lo más saludable para mi niño es limpiarle el culito con agua, como hago últimamente. Voy a dejar las toallitas solo para fuera de casa, cuando no quede otro remedio. Y por supuesto, comienza mi búsqueda de unas toallitas seguras y respetuosas con su piel y su salud. ¿Alguna sugerencia?

lunes, 25 de enero de 2016

¿Me cambio de desodorante? Basado en un caso real...

¡Buenos días!
Hoy os quiero contar mi historia con los desodorantes y el detonante que me llevó a cambiar de marca y a mirar con lupa las etiquetas de todo lo que me echo al cuerpo y a la boca (yo y los que me rodean).
No soy partidaria de la alarma social y de las afirmaciones sin base científica, odio la manipulación a la que nos someten diariamente los medios de comunicación ofreciendo datos sesgados e incompletos. Pero en los dos sentidos. Con esto quiero decir que me indigna la alarma creada en los medios de comunicación, por ejemplo, con enfermedades que se ponen de moda un año y que al año siguiente no son noticia (cuando igualmente siguen existiendo). E igualmente me indigna que la mayoría de las cosas que nos rodean más peligrosas que estas enfermedades, no salgan a la luz porque no interesan y solo se hagan eco de ellas unos pocos.

Como os he dicho fue mi antiguo desodorante, y lo que pasó con él, el que hizo que comenzara a leer la etiqueta de los productos y que descubriera la existencia de los parabenos, las siliconas y el largo etcétera de componentes que podemos encontrar en la inmensa mayoría de productos cosméticos que nos aplicamos por todo el cuerpo.

En mi caso utilizaba el desodorante de Nivea Pearl & Beauty. Es antitranspirante y no tiene alcohol, algo que hizo que me decatanra por él en su momento porque ya mi piel (sin necesidad de ninguna información exterior) me había dicho que el alcohol la resecaba e irritaba. Hay que decir también que el desodorante funciona, es eficaz y no te abandona. Tiene un olor suave y agradable y la verdad es que yo estaba encantada con él.

Sin embargo, una mañana me levanté de la cama y al comenzar a vestirme noté un bulto en la axila izquierda. Os podéis imaginar el susto que me llevé. Era un bulto doloroso y que incluso se notaba en el espejo a simple vista. Como además de aprensiva, soy tonta, decidí no ir al médico y esperar un par de días. Bien, el bulto, al igual que vino se fue. Poco a poco fue dejándome de doler y finalmente desapareció por completo, volviendo la tranquilidad a mi vida.
Un par de meses después la historia se repitió, esta vez en el lado derecho. Tengo que reconocer que en esta ocasión el susto fue menor, pero no por ello dejaba de estar preocupada. Mirándome en el espejo se veía incluso la zona rojiza y al tacto estaba caliente. Al igual que la vez anterior, desapareció en pocos días.
En esta ocasión - mal hecho por mi parte - comencé a buscar por Internet. Llegué a la conclusión de que se trataba de golondrinos, bultos que responden a una infección de una glándula sudorípara. De ahí el enrojecimiento de la zona y el dolor.
Navegando descubrí que muchos de los golondrinos se deben al uso de desodorantes antitranspirantes, lo cual me pareció totalmente lógico. El cuerpo humano necesita transpirar, sudamos para mantener nuestra temperatura y ese sudor, compuesto de agua, sales, desechos producidos por nuestro cuerpo (como amoniaco y urea) y bacterias (que es lo que le confiere el mal olor) debe salir. Si lo retenemos dentro, impidiendo que las glándulas sudoríparas cumplan su función, ¿qué creéis que pasará?

Después de informarme decidí cambiar de desodorante y con la desaparición de Nivea Pearl & Beauty desaparecieron también los molestos golondrinos. 

La búsqueda de un desodorante sin aluminio (y sin parabenos) fue una auténtica odisea porque en las tiendas de productos cosméticos habituales no son fáciles de encontrar. Y es que... ¿por qué llevan compuestos de aluminio los desodorantes? Porque estos compuestos forman una película sobre la piel que tapona las glándulas sudoríparas e impide que el sudor fluya a la superficie. Cumplen una función antitranspirante. Si no hay sudor no hay olor.

Hay estudios (Darbre PD. Aluminium, antiperspirants and breast cancer) que sugieren que estos compuestos, al aplicarse en la piel cerca del seno, pueden ser absorbidos y causar efectos hormonales como los del estrógeno. El estrógeno tiene capacidad de fomentar el crecimiento de las células del cáncer de pecho, lo que hago que algunos científicos sugieran que los compuestos de aluminio puedan contribuir a la formación de este tipo de cáncer. Por otro lado, según la autora del estudio, en los años 30 y 40 el 30% de los tumores de pecho se localizaban en la zona próxima a la axila. Ahora son casi el 60%. Inevitablemente esto da que pensar.

Algo similar ocurre con los parabenos, que imitan la actividad del estrógeno en las células del cuerpo. Un estudio de 2004 encontró parabenos en 18 de las 20 muestras de tumor de pecho que analizó. No obstante, no se demostró que los parabenos causaran el cáncer o hubieran llegado ahí como consecuencia del uso de desodorantes. (Darbre PD, Aljarrah A, Miller WR, et al. Concentratios of parabens in human breast tumours)

La conclusión final es que no hay un acuerdo sobre la seguridad en el uso de antitranspirantes y compuestos de aluminio para la salud. Algunos estudios estiman su inocuidad mientras que otros apuntan lo contrario. es decir, nos e puede afirmar que el aluminio produzca cáncer de pecho, pero tampoco se puede afirmar con total seguridad que no lo haga.

En cualquier caso mi experiencia personal me ha llevado a desterrar de mi vida los desodorantes antitranspirantes que contentan aluminio, parabenos o cualquier otra sustancia similar. Porque ¡ojo! que haya productos químicos y aditivos de los que no se haya demostrado su peligrosidad no quiere decir que sean inocuos para la salud.

Y además... no quiero encerrar en mi cuerpo los desechos que buscan una salida natural. Lógico, ¿no?

martes, 19 de enero de 2016

Show en vivo...Pocoyó y sus amigos

Desde hace ya bastante tiempo le dábamos vueltas a la idea de ir al cine o al teatro con nuestro bebote. Más bien al teatro. Su padre, que es un optimista, piensa que es posible que con 20 meses aguante una película entera. Yo, que soy bastante realista, creo que es imposible. Lo que sí que me apetecía bastante era probar a llevarle al teatro, una de estas obras infantiles que no llegan a una hora, con luz, color y música. 

Así que por fin este fin de semana nos decidimos. Después de ver qué nos ofrecía nuestro Madrid, nos decantamos por el Show en Vivo de Pocoyó y sus amigos en el Teatro Compaq de la Gran Vía. Y es que a mi chico últimamente le encanta Pocoyó o "Piyó" como dice él.


Sacamos las entradas el jueves anterior, por Atrápalo. Primera crítica: 15 euracos por persona. Y los niños pagan a partir del año. O sea que pagamos 45 euros por 50 minutos de "espectáculo" (sobre el contenido me pronuncio a continuación). La verdad es que me parece un precio desmesurado y más si tenemos en cuenta que estas entradas tenían descuento, porque si no, nos hubiera costado 25 euros por persona en el patio de butacas. Entiendo que el teatro hay que pagarlo. Es decir, que yo no me quejo por pagar un precio alto, porque imagino el trabajo que hay detrás de cada representación. Pero en este caso me parece un precio muy alto. Podían permitir que los niños pagasen menos o que fuese gratuito hasta los 2 años. Si bajaran el precio aumentarían sin duda las visitas porque la realidad es que el teatro no estaba lo que se dice lleno.
Por cierto, si sacas las entradas por Atrápalo hay que pagar en taquilla en efectivo. No olvidarse porque no se puede pagar con tarjeta.

La obra empezaba a las 12:00 y llegamos a la taquilla a eso de las 11:20. Yo iba "asustada" pensando que ya no tendríamos buen sitio. Al cogerlas por Atrápalo no escoges los asientos si no que te van dando los que quedan disponibles y mejor situados por orden de llegada. No tuvimos que esperar nada en absoluto (de hecho no había nadie) y nos dieron unos estupendos asientos en la fila 7. Ya desde fuera, nuestro bebotón señalaba emocionado el cartel de Pocoyó que veía a través de los cristales de la puerta de la entrada. "Piyó, piyó", decía riéndose y señalando con su dedo regordete.

Aproximadamente a las 11:30 abrieron las puertas del teatro y pudimos llegar a nuestros asientos. Antes de entrar en la sala puedes coger alzadores para los niños, que se ponen en los asientos y les elevan. No son excesivamente cómodos, porque como los asientos de la sala son de los que se pliegan, el alzador queda un poco "raro". En cualquier caso, resultan muy útiles. Te permiten la entrada en la sala de bebida y alguna que otra chuchería que venden en el bar. Nosotros compramos unos gusanitos al módico precio de 1 euro (eso sí, la bolsa era generosa) para mantener entretenido al nene hasta que empezase la obra. Y sí, la estampa era digna de verse: sentando en su asiento con su alzador y sus gusanitos. Como un rey.

A las 12:00 dio comienzo la función. En fin...a mí personalmente me parece que aunque vaya dirigida a niños pequeños es muy mejorable. Los muñecos no están mal, dentro de lo posible, el guión es un sinsentido (pero tampoco esperaba mucho más), pero la banda sonora...la obra va conducida por una "niña" que juega con Pocoyó y sus amigos y canta y baila todo el tiempo. No sé si era por bailar a la vez o por qué, pero las canciones sonaban francamente mal. A veces parecía que no llegaba, otras que se ahogaba, otras se oía muy bajito...en general muy mal. Aparte que a mí me daba sensación como de descuido la estética de la protagonista. No sé...no me dejó muy buen sabor de boca. 
Peeeero, todo esto que yo os cuento, los niños no lo perciben. Ellos ven al auténtico Pocoyó tamaño gigante, a Pato, Eli, Pulpo (qué mérito lo de Pulpo, daba saltos mortales embutido en un traje espeluznante, me impresionó) y quedan ENCANTADOS.

Mi hijo, nervioso por naturaleza, que para poco quieto, se pasó los 50 minutos mirando asombrado al escenario. No lloró, no se quiso ir...de hecho terminó la obra y decía: "Má, má" (quería más). Nos lo tuvimos que llevar llorando y llamando a "Piyó".

Resumiento, el espectáculo deja mucho que desear pero a los niños les deja maravillados. Y como al final de eso es de lo que se trata, yo lo recomiendo para pasar un buen rato.






lunes, 18 de enero de 2016

El mundo abandonado

El sábado fui al cine. Aún no me lo creo, pero sí. El elegido fue el cines Golem. Para los que no lo conocéis es un pequeño multicine situado en la calle Martín de los Heros, 14, muy cerca de la Plaza de España. Son unos cines que me encantan. Proyectan películas de cine independiente, fundamentalmente europeo, en versión original subtitulada en español. El ambiente es bastante distinto al que puedes encontrar en cualquier otra sala. Por ejemplo, no venden palomitas. Se guarda silencio, hay tranquilidad. Son estupendos para disfrutar con calma de una buena película. 
En nuestro caso sacamos las entradas por Internet. Merece la pena, te ahorras filas interminables y sobre todo puedes ir con la hora justa sabiendo que ya tienes tu asiento reservado, que no te quedas sin butaca. Imprimimos las entradas en casa y con ellas en la mano pasamos directamente a las salas. 
Otra cosa que me encanta de estos cines es que son puntuales. Fuimos a la sesión de las 8:20 y las 8:20 empezó la película, no los tráilers.

Nuestra película: El mundo abandonado. El mundo abandonado es una película alemana escrita y dirigida por Margarethe von Trotta. La película cuenta la historia de Sophie una cantante que un día recibe la llamada de su padre diciéndole que tiene que ir a verle, pues ha encontrado en Internet la foto de una mujer muy parecida a su madre, fallecida un año atrás. La mujer de la imagen es una cantante de ópera que triunfa en Nueva York. Casi obligada por su progenitor, pero a la vez deseando huir de su vida en Alemania, Sophie pone rumbo al Metropolitan de Nueva York para encontrarse con esa mujer idéntica a su madre, Caterina Fabiani. Allí comienza un viaje lleno de incógnitas, de relaciones ocultas, de secretos guardados durante años, de dobles vidas con un denominador común: la música. Para mí, sin duda lo mejor de esta película ha sido su banda sonora. Canciones preciosas, melancólicas, dulces, trágicas, bien interpretadas. ¡Divinas!
Os dejo aquí un tráiler:


La película en sí no me convenció demasiado. Veo lagunas en el argumento.

(Atención Spoilers)

Me pregunto por qué la madre de Sophie y Caterina (porque resulta que son hermanas, aunque yo en un primer momento pensé que eran tía y sobrina), Evelyn, se va a la tumba guardando su secreto y sin embargo se aparece constantemente al pobre Paul (padre de Sophie, que no de Caterina) durante la noche instigándole a que descubra lo que solo ella ha ocultado. Que lo hubiera dicho antes de morirse, digo yo, en vez de fastidiar al pobre hombre para que revele un secreto que él no conoce.
Me intriga también la relación que mantiene con Rosa (la mujer que Caterina siempre ha creído que era su madre) y por qué miente a todos (a su marido, a su amante, a su hija...). No puedo comprender a esta mujer que, sin salir en la película, me cae mal.

En definitiva, la película entretiene, está bien para pasar un rato agradable en el cine, disfrutando de buena música, pero esperaba algo más. Flojo argumento y discurrir algo lento.

Así que a todos aquellos afortunados que tengáis oportunidad de ir al cine...mejor elegid otra película y me contáis.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Aylan Kurdi

No sé si alguien lo lee este blog, pero por si alguna persona lo hace no puedo perder la oportunidad de gritar pidiendo auxilio.
Ayer vi la fotografía de Aylan Kurdi y desde entonces no he podido quitármela de la cabeza. Dios mío. La inmensa tristeza que me produjo no puedo expresarla con palabras.
¿Cómo podemos seguir viviendo igual después de ver algo así? Los que tenemos hijos, y los que no...¿no se os ha movido algo dentro? Y como Aylan tantos otros niños...niños como vuestros hijos, niños inocentes sin capacidad de decisión y acción, que se embarcan buscando un futuro mejor y solo les espera la oscuridad. 
Por favor, ¡ayudémosles!!! A todos los que aún están con vida y para los que queda esperanza. Porque ya nadie puede ayudar a Aylan ni a su hermano, ni a su madre....pero sigue habiendo millones de niños que necesitan nuestra ayuda, aunque no veamos su foto.
Y veo en twitter, que la gente sigue hablando de la vuelta al cole, del fichaje de De Gea, y me pregunto...¿cómo puede seguir todo igual? ¿Es que no están viendo el dolor? Y me aterra la indiferencia que mostramos hacia personas que son como nosotros, que sienten como nosotros, que aman a sus hijos como nosotros.
Es que si alguno de vosotros, que está leyendo esto, estuviera en su situación, ¿no querría que le ayudaran? Abandonan su país, dejando la vida que allí construyeron, ¿qué les motivara a hacerlo? ¿Podéis pensarlo? ¿En qué situación estarán? ¿Cómo tendríais que estar vosotros para coger a vuestros bebés y meteros en una barca hinchable a cruzar el mar? Por favor, paraos a pensarlo un solo segundo.

Hay muchas formas de colaborar y espero que pronto surjan nuevas iniciativas. Hay gente movilizándose - gracias a todos ellos, gracias infinitas a todas esas personas buenas. 

De momento, se puede colaborar con ONGs como ACNUR y CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) . Por ejemplo, con solo enviar CEAR al 28014 estamos donando 1,20 €. No cuesta nada...apenas unos segundos y apenas un café (o menos).



Hasta que se coordinen bien las ayudas - que esperemos que suceda pronto - la mejor forma de contribuir es mediante donaciones, no solo de dinero, también podemos encontrar en Madrid la Asociación de Ayuda al Pueblo Sirio (www.aaps.es) que realiza envíos al país con materiales humanitarios, ropa, mantas, comida, etc. 
Y ojalá que pronto podamos hacer algo más que eso. Yo colaboro con ACNUR desde hace ya varios años y confío totalmente de ellos y en la gran labor que hacen. También he hecho un donativo puntual para esta causa. Os lo cuento porque las cosas no se pueden quedar en palabras y muchos de nosotros podemos colaborar, con lo mínimo que sea. Porque entre todos un poco hace un mucho.


Gracias y ojalá este post sirva para algo.


Quien salva una vida, salva al mundo entero